Siempre es motivo de reflexión cuál y cómo debe relacionarse el docente con sus alumnos. De tal manera, que su trabajo no se vea afectado por situaciones inesperadas y que pueden escapar de nuestro control.
En el presente texto no busco ni pretendo establecer un decálogo de la forma como el profesor debe interactuar con sus estudiantes. Por el contrario, mi objetivo sólo es esbozar aquellos aspectos que considero importantes que los docentes debemos tener presente siempre en nuestro quehacer educativo. Así pues, el docente:
1. Debe ser RESPETUOSO: El respeto es indispensable para establecer un ambiente de trabajo armónico. En el que profesor y alumno puedan desenvolverse libremente sin afectar al otro.
2. Debe ser EMPÁTICO: La relación debe basarse en la interrelación de profesores y alumnos. En la cual, se compartan ideas, puntos de vista, inquietudes, etc., mas no en lazos de índole amical. Pues, este tipo de relación puede ser distorsionada por el alumno. Quien al ser un menor, puede confundir la amistad con el abuso de confianza, y no hacer diferencia alguna en su trato con el docente como el que tiene con personas de su edad e inclusive, puede llegar a crear situaciones confusas que le perjudiquen más que beneficiarle.
3. Debe PONER LÍMITES: Si bien es cierto, la relación debe ser horizontal; es decir, debe tratarse de crear un ambiente democrático donde profesor y alumnos tienen la misma importancia. Es indispensable marcar límites entre lo permisible y lo que no lo es. Pues, usted es el profesor y él, el alumno. De lo contrario, estaremos dirigiendo a nuestros estudiantes por el camino del libertinaje y el descontrol.
4. Debe ser TRANSPARENTE: Es importante que el alumno sienta que es sincero en su hablar y actuar. De lo contrario, se creará un ambiente hostil. Puesto que, los alumnos identifican cuando el profesor simula un comportamiento ejemplar
5. Debe ser COMUNICATIVO: La comunicación es importante en todo ser humano y la educación no es ajena a ella; porque, sólo a través de ella se puede comprobar la efectividad del proceso formativo. Identificando logros que mantener y deficiencias que superar.
6. Debe SABER ESCUCHAR: Los niños y adolescentes necesitan ser escuchados, exigen expresar sus inquietudes, dudas, problemas, etc. El docente debe estar dispuesto a brindarle su consejo y apoyo. A veces, esto es más importante que los contenidos que se trabajan.
7. Debe ser EXIGENTE: Ser exigente no significa recargar de tareas al alumno. Al contrario, significa trazar siempre nuevas metas a las ya alcanzadas. Los alumnos deben sentir que son capaces de lograr lo que se proponen. Solo así evitaremos formar personas conformistas y mediocres.
8. Debe ser EJEMPLO: Los alumnos necesitan saber que sus profesores son ejemplos que deben seguir, que deben imitar en lo posible. A pesar, que no lo expresen libremente debido a la presión de su entorno.
9. Debe VALORAR LA INDIVIDUALIDAD: Si bien es cierto es de suma importancia el trabajo en equipo (el ser humano no vive aislado sino en sociedad). No se debe dejar de lado el hecho que cada alumno es un ser individual con sus propias capacidades y habilidades.
10. Debe LOGRAR SER MAESTRO, NO TRANSMISOR: El verdadero maestro es aquel que busca lo mejor para sus alumnos, que se preocupa por guiarlo, de orientarlo, de formar personas idóneas. El transmisor solo da conocimientos sin interesarse por nada más.
En el presente texto no busco ni pretendo establecer un decálogo de la forma como el profesor debe interactuar con sus estudiantes. Por el contrario, mi objetivo sólo es esbozar aquellos aspectos que considero importantes que los docentes debemos tener presente siempre en nuestro quehacer educativo. Así pues, el docente:
1. Debe ser RESPETUOSO: El respeto es indispensable para establecer un ambiente de trabajo armónico. En el que profesor y alumno puedan desenvolverse libremente sin afectar al otro.
2. Debe ser EMPÁTICO: La relación debe basarse en la interrelación de profesores y alumnos. En la cual, se compartan ideas, puntos de vista, inquietudes, etc., mas no en lazos de índole amical. Pues, este tipo de relación puede ser distorsionada por el alumno. Quien al ser un menor, puede confundir la amistad con el abuso de confianza, y no hacer diferencia alguna en su trato con el docente como el que tiene con personas de su edad e inclusive, puede llegar a crear situaciones confusas que le perjudiquen más que beneficiarle.
3. Debe PONER LÍMITES: Si bien es cierto, la relación debe ser horizontal; es decir, debe tratarse de crear un ambiente democrático donde profesor y alumnos tienen la misma importancia. Es indispensable marcar límites entre lo permisible y lo que no lo es. Pues, usted es el profesor y él, el alumno. De lo contrario, estaremos dirigiendo a nuestros estudiantes por el camino del libertinaje y el descontrol.
4. Debe ser TRANSPARENTE: Es importante que el alumno sienta que es sincero en su hablar y actuar. De lo contrario, se creará un ambiente hostil. Puesto que, los alumnos identifican cuando el profesor simula un comportamiento ejemplar
5. Debe ser COMUNICATIVO: La comunicación es importante en todo ser humano y la educación no es ajena a ella; porque, sólo a través de ella se puede comprobar la efectividad del proceso formativo. Identificando logros que mantener y deficiencias que superar.
6. Debe SABER ESCUCHAR: Los niños y adolescentes necesitan ser escuchados, exigen expresar sus inquietudes, dudas, problemas, etc. El docente debe estar dispuesto a brindarle su consejo y apoyo. A veces, esto es más importante que los contenidos que se trabajan.
7. Debe ser EXIGENTE: Ser exigente no significa recargar de tareas al alumno. Al contrario, significa trazar siempre nuevas metas a las ya alcanzadas. Los alumnos deben sentir que son capaces de lograr lo que se proponen. Solo así evitaremos formar personas conformistas y mediocres.
8. Debe ser EJEMPLO: Los alumnos necesitan saber que sus profesores son ejemplos que deben seguir, que deben imitar en lo posible. A pesar, que no lo expresen libremente debido a la presión de su entorno.
9. Debe VALORAR LA INDIVIDUALIDAD: Si bien es cierto es de suma importancia el trabajo en equipo (el ser humano no vive aislado sino en sociedad). No se debe dejar de lado el hecho que cada alumno es un ser individual con sus propias capacidades y habilidades.
10. Debe LOGRAR SER MAESTRO, NO TRANSMISOR: El verdadero maestro es aquel que busca lo mejor para sus alumnos, que se preocupa por guiarlo, de orientarlo, de formar personas idóneas. El transmisor solo da conocimientos sin interesarse por nada más.
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